El verano siempre ha sido mi estación favorita, con su promesa de sol y relax. Pero a lo largo de mi carrera en fisioterapia, he llegado a darme cuenta de que también trae consigo ciertos desafíos. Si bien es un momento maravilloso para reconectarse con la naturaleza y participar en actividades al aire libre, es también una época en la que debemos ser más cautelosos para prevenir lesiones y afecciones. Hoy, quiero compartir contigo algunos riesgos que he observado y consejos para disfrutar de lo que queda de verano lleno de salud y bienestar.
Riesgos:
1. Deshidratación: En estos meses calurosos, a menudo olvidamos cuánto líquido perdemos. Más de una vez, he atendido a pacientes con calambres musculares que han sido producidos por la deshidratación.
2. Exceso de actividad física: La emoción del verano nos lleva a muchos, incluyéndome, a sumergirnos en deportes o actividades que habíamos dejado de lado. Sin una preparación adecuada, esto puede llevar a lesiones inesperadas.
3. Superficies Inestables: Me encanta caminar por la playa, pero he aprendido que hacerlo sin el calzado adecuado o sin prestar atención puede resultar en esguinces o torceduras.
4. Exposición prolongada al sol: Aunque disfruto tomando el sol, he comprendido que, además de los riesgos para la piel, puede causar fatiga muscular y debilidad.
5. Calzado inapropiado: A pesar de lo cómodas que son las sandalias de verano, he sentido en mis propios pies y postura las consecuencias de no tener el soporte adecuado.
Mis consejos:
• Hidratarse constantemente, sobre todo al hacer ejercicio.
• Iniciar actividades de forma gradual.
• Usar calzado adecuado.
• Aplicar protector solar y evitar el sol en horas picos.
• Escuchar al cuerpo y actuar ante cualquier molestia.
Para concluir, el verano es para disfrutar, pero también para cuidarnos. Con precaución y atención, podemos sacarle el máximo provecho. ¡Disfruta de lo que queda de verano de una forma saludable!